El perfume dice mucho de nosotros, más de lo que quizás imaginamos. Habla de nuestro carácter, personalidad e incluso puede hacernos cambiar de ánimo. Así, un determinado aroma nos puede hacer sentir más intensos o quizá retraídos.
Además, el mismo perfume huele distinto en diferentes personas. Todo depende de la cantidad de agua de la epidermis, la temperatura corporal, el PH de la piel y la secreción sebácea de cada uno de nosotros.