Como cada año, no hay verano sin olor a naranja, limón o bergamota. Sin que el petit grain invada nuestro neceser en forma de perfume.
También las notas solares, el olor a sal, a piel bronceada o a noches sensuales de sándalo.
El verano, sin duda, huele a todo esto. Seas como seas, un perfume veraniego siempre cambia el estado de ánimo en la época estival.